Los trámites por las Web del estado, ya saben, parecen diseñadas por algún sádico y debe formar parte de un plan para irritar hasta el hartazgo.

No hay un trámite que se pueda realizar con buen viento, para todos necesitas un par de personas, una que interprete el objetivo, el otro para que interprete cómo se realiza el trámite en la Web. Hay un completo divorcio entre el sentido común y las formas, la gente que diseña el trámite, se toman te de amargura y lo complican de todas las maneras posible, las personas que efectivizan el trámite en Internet, tienen ignorancia en diseñar estructuras e inexperiencia en ser usuarios.

Especialmente este comentario refiere al Certificado de supervivencia, uno de los trámites que tienen que hacer los jubilados para demostrar ante el estado que viven, sin lo cual no cobran la jubilación, ni pueden realizar otros trámites como jubilados.

Si un joven experimentado en informática, encuentra dificultades, imaginen lo que es para una persona mayor.

El trámite implica ir a una comisaría, que le emite un certificado el cual el señor, señora mayor tiene que escañera, actividad ya de por sí complicada, no muchos tienen la posibilidad en la casa e ir a un sitio donde se lo realicen, travesía que significa saber dónde se hace.

Esa es la parte suave, luego deben entrar a la web http://www.mibuenosairesweb.gob.ar/ y comienza el calvario.

Previamente te llegó un instructivo por mail sobre cómo hacer el trámite y si no tienen tu mail, olvidate, tendrás que ir en persona sólo para caigas en infinitas horas de espera, para que llegues a la atención de alguien que simplemente te preguntará el mail para enviarte el instructivo.

Si esa forma es inviable, porque no tenés mail, podés seguir las instrucciones de la Web.

Si tenes el instructivo de la Web y del mail, el primer problema, además de la mala redacción y las ambigüedades es que ambos instructivos difieren.

Imaginen la receta de una misma torta con dos ingredientes diferentes, no puede salirte la torta.

El sentido común, sugiere realizar el trámite del mail, puesto que modificar un sitio, parece más complicado a que hayan modificado un mail si el trámite ha cambiado.

Por supuesto, el trámite del mail no conlleva al objetivo, hay varias razones, la primera es que las pantallas no ofrece las propuestas de botones que dice el mail, ni aparecés en la página que te indica –pero el trámite que indica la Web, tampoco-, luego te lleva varias horas de ir de acá para allá buscando los botones que indican entre el mix del mail y el instructivo de la Web.

En el medio, encontrás un botón que te muestra más o menos una indicación parecida a la del mail, lo presionás, sólo para descubrir que te saca de la sesión a esa altura no sabés si por tiempo o porque algo anda mal.

Si intentás volver a entrar, no te acepta los datos de login y clave, aunque estás seguro de esos datos, porque los anotaste cuidadosamente mientras los ingresabas.

Entonces empezas a recurrir a los teléfonos en los que te indican que llames en caso de tener dificultades con ese trámites.

El número es el 147. Llamás, escuchás todas las opciones, 1, 2, etc, luego de minutos es que te atienda alguien, cuando eso pasa, es sólo para enterarte que ellos no saben de ese trámite, por supuesto ya pasaste unos minutos tratando de sacarte la culpa que te mete el operador de que “si estas seguro”, que los datos son correctos, que seguro vos te equivocaste, luego de insistir para asegurar que no sos estúpido, te manda a otro teléfono en el cual, supuestamente, te resolverán el problema.

No, tampoco, pero esa persona te dice que en el 130 lo harán, cuando llamás por supuesto, tampoco.

Y así, a todos los teléfonos de esa página, nunca la persona que te atiende, ni conoce el trámite y desconoce a quien dirigirse para realizarlo. Punto muerto.

Entonces encarás por mails, a la primera de ese intento, ya perdiste, luego de tomarte el trabajo de escribir el problema, presionar el botón enviar, que te sale el cartel: hubo un problema en el envío el mensaje no ha sido enviado, inténtelo nuevamente.

Uno que cuando está realizando trámites en Web del estado ya tiene cancha, tomó la prudencia de copiar el texto, así lo intenta una y otra vez, no sólo en ese mail, sino en todos los que encuentra en la Web, solo para recibir siempre el mismo mensaje.

Ya con desaliento, se me ocurre probar volver a entrar y mágicamente, ahora se puede, sólo para volver a todas las opciones que los instructivos indican, sin llegar a puerto.

Finalmente, ya 5 horas después de intentarlo y por necesitar sí o sí enviar el Certificado de Supervivencia, comienzo a leer todas y cada una de las opciones, sólo para descubrir que no soy el único damnificado, los que realizan otros trámites se deben estar volviendo locos, porque hay muchas opciones de menú y submenú que no conducen a nada, página no encontrada.

En este mapeo, por fin encuentro la que buscaba, sólo, y por supuesto para comprobar que los formularios de envío no funcionan.

Lo dejé ahí, pero en los sucesivos días, una y otra vez realicé el envío, no sé cual dio resultado, en algún momento me liberó el pago que dependía de ese trámite.

Pero si querés revisar en la propia Web qué cosa obró ese milagro te resultará imposible.

Me llevó 4 días desde que empecé, varias horas en el medio, llamadas, consultas y al final un desconocimiento total de cómo se concretó el proceso.

Por lo que el mes que viene me espera el mismo calvario.

Grande Macri, cómo te ama el pueblo, la Revolución de la alegría es una de las peores burlas que se le puede haber hecho a pueblo alguno y espero que un día te metan en la cárcel, acompañado de un teléfono que cada vez que llames por necesitar algo te conteste: 1, Por…2…por…y así hasta el 99, sólo para que vuelva al principio y te diga: vuelva a intentarlo más tarde.